La Hermana Pilar prepara bocadillos para el desayuno diario. El ingrediente principal, que más alimenta a aquellas personas que van a por él, es el del cariño.
Con ese componente en gran medida, la Hermana hace y reparte los bocadillos.
Acompañando con una pieza de fruta, además, cargada de vitaminas, aquellos que nos visitan cada mañana agradecidos comienzan su día con ganas de "zamparse" el mundo.
Vamos a por ello. Sigamos el ejemplo de las Misioneras, repartiendo el bien a cambio de nada (aunque recibiendo mucho) y de éstos que nos visitan, que no desfallecen en el nuevo comienzo de cada día, con esperanza y fuerza.
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