Juntos, con la Familia Misionera y como parte de ella, Ramón, Sonsoles y Sofía nos comprometíamos a vivir, un año más, guiados por el carisma de las Misioneras de Jesús, María y José, siguiendo su ejemplo y llevando a Jesús allá donde vayamos.
Sin mayor pretensión que la de ser buenos cristianos y mejores personas cada día, dábamos nuestro -sí- a esto que nos llena y nos hace intentar ser lo que somos pero de un modo más puro, más noble y más lleno de Dios.
Gracias, Hermanas, por ser ejemplo; gracias, compañeros, por mostrarnos a Jesús, a María, a Dios Padre en muchos momentos a través de vuestras miradas, de vuestra escucha y vuestra amistad; gracias a nuestras familias, por acompañarnos...
Gracias, Señor, por darnos la oportunidad de vivir nuestra fe en el Carisma de las MJMJ y seguirte a su lado en Tu camino
GRACIAS A TODOS LOS QUE SOIS PARTE, DE UN MODO U OTRO, DE ESTA GRAN FAMILIA
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